Es por ello que está siempre tan condicionada por posibles tensiones y bloqueos que no nos dejan muchas veces conocer y disfrutar de nuestra verdadera voz. Emociones y memorias atrapadas en nuestro cuerpo pueden ser liberadas muy fácilmente a través de la voz, tanto a nivel consciente como inconsciente.
Cuando experimentamos nuestra voz libre tenemos la oportunidad de sentirnos más cómodas/os con nosotras/os mismas/os, más empoderadas/os y más auténticas/os.